Un KPI (Indicador Clave de Rendimiento, por sus siglas en inglés Key Performance Indicator) es una métrica cuantificable que se usa para evaluar y medir el desempeño de un aspecto específico de una operación. El mundo de la energía solar tiene sus KPIs y específicamente las plantas solares tienen sus indicadores claves de rendimiento.
Estos KPIs están diseñados para monitorear y mejorar el rendimiento de las plantas solares porque ofrecen una visión detallada y cuantificable de cómo están operando los activos. Implementarlos en conjunto da una visión más completa de la operación y mantenimiento de las instalaciones solares.
Veamos en detalle cuáles son los KPIs para la gestión del mantenimiento de las plantas solares.
La Disponibilidad de Activos (Availability) es un concepto crucial en la gestión de activos, especialmente en sectores industriales como la energía solar, donde la eficiencia y la fiabilidad son esenciales. Este KPI se refiere a la capacidad de un equipo o sistema para estar operativo y funcional cuando se requiere su uso. Mide el porcentaje de tiempo que un activo está disponible y operando correctamente cuando debería estarlo, es decir, durante las horas de luz solar.
En industrias como la energía solar, mantener una alta disponibilidad de activos es fundamental para maximizar la producción de energía y, por ende, la rentabilidad. La disponibilidad de activos está directamente relacionada con la eficiencia operativa, ya que un activo que no está disponible cuando se necesita representa una pérdida de oportunidades y de ingresos.
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La disponibilidad de activos es un indicador clave ya que un alto índice de disponibilidad asegura que el sistema está generando energía durante todo el tiempo posible. Sin embargo, es importante monitorear otros indicadores, ya que la disponibilidad solo detecta fallos totales de los dispositivos y puede enmascarar problemas de rendimiento si se usa de manera aislada.
El Tiempo Medio Entre Fallos (MTBF) (Mean Time Between Failures) es el tiempo promedio que un sistema o componente opera antes de experimentar un fallo. Este indicador es clave para evaluar la fiabilidad de los activos solares y planificar adecuadamente el mantenimiento preventivo. En otras palabras, es una estimación del tiempo que, en promedio, un activo estará en funcionamiento antes de que ocurra un fallo.
El MTBF se calcula dividiendo el tiempo total de operación de un activo por el número de fallos ocurridos en ese período.
Supongamos que un sistema fotovoltaico ha estado en operación durante 1.000 horas y ha experimentado 2 fallos en ese tiempo. El MTBF se calcularía dividiendo 1.000 horas entre dos fallos. El resultado, 500, indicaría que en promedio, el sistema puede funcionar 500 horas antes de que se produzca un fallo.
El MTBF es un indicador fundamental para la gestión de mantenimiento y la planificación de la producción, ya que ayuda a las empresas a:
Optimizar la producción: en sectores como la energía solar, donde la disponibilidad y el funcionamiento continuo son críticos, un MTBF elevado garantiza un mayor tiempo de operación, maximizando la producción de energía y la rentabilidad.
Como los otros indicadores, el MTBF por sí solo tiene limitaciones. Por eso es importante monitorearlo junto con otros indicadores.
El Tiempo Medio para Reparar (MTTR) (Mean Time to Repair) es un indicador clave de rendimiento utilizado para medir la eficiencia del proceso de reparación de un activo o sistema. Es el tiempo promedio que se tarda en restaurar un sistema, equipo o componente a su estado operativo normal después de un fallo o interrupción.
Este indicador es crucial para evaluar la eficacia del equipo de mantenimiento y minimizar el tiempo de inactividad.
El MTTR es un indicador esencial para medir la rapidez con la que se puede restaurar un sistema después de un fallo. Mantener un MTTR bajo es crucial para garantizar que los activos estén disponibles y operativos en el menor tiempo posible, lo cual es vital para la eficiencia operativa y la continuidad del negocio.
El MTTR se calcula dividiendo el tiempo total de reparación por el número de incidentes o fallos. Supongamos que un sistema ha experimentado 4 fallos durante un mes, y el tiempo total acumulado para reparar estos fallos ha sido de 8 horas. Esto significa que, en promedio, se tarda 2 horas en reparar el sistema después de cada fallo.
El MTTR es un indicador crítico para la gestión de mantenimiento y operaciones por varias razones:
Evaluación de la eficiencia del equipo de mantenimiento: un MTTR alto puede señalar problemas en el proceso de reparación, como falta de capacitación, escasez de piezas de repuesto, o procesos de reparación ineficientes. Esto permite identificar áreas de mejora.
Reducir el MTTR es vital para mantener la planta operativa el mayor tiempo posible y maximizar la producción de energía.
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Mientras que el MTBF mide el tiempo promedio entre fallos de un sistema, el MTTR se enfoca en cuánto tiempo toma reparar ese sistema después de que falla. Juntos, estos dos indicadores proporcionan una visión completa de la fiabilidad y mantenibilidad de un sistema.
El Coste de Mantenimiento por Unidad de Energía Producida es un indicador clave en la gestión de activos en industrias como la energía solar, donde se mide la eficiencia económica del mantenimiento en relación con la producción de energía. Este indicador refleja cuánto se gasta en mantenimiento por cada unidad de energía (como kilovatios-hora, kWh) generada por un sistema o instalación.
Es un indicador crucial para medir la eficiencia económica de las operaciones de mantenimiento.
El coste de mantenimiento por unidad de energía producida se calcula dividiendo el Coste Total del Mantenimiento por la Energía Total Producida, donde:
Supongamos que el coste total de mantenimiento de una planta solar durante un año es de 100.000 euros, y la energía total producida por la planta es de 5.000.000 kWh. El coste de mantenimiento por unidad de energía producida sería 0.02.
Esto significa que la empresa gasta 0.02 euros en mantenimiento por cada kilovatio-hora producido.
Los KPIs en la fotovoltaica son fundamentales para optimizar el rendimiento y la rentabilidad de las plantas solares; la tecnología es la aliada clave que permite medirlos con precisión y actuar de manera proactiva.