La energía fotovoltaica posee un ciclo de vida extenso, pero un mantenimiento deficiente o inexistente puede reducir drásticamente su eficiencia. Los factores ambientales, el desgaste del tiempo y la contaminación disminuyen la producción de las instalaciones. A menudo, se subestima la importancia de un mantenimiento adecuado y el impacto que tiene en la reducción del ahorro económico. De hecho, la manutención de las instalaciones fotovoltaicas sigue generando muchas dudas. En este artículo damos las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre este asunto.
El mantenimiento ordinario y el mantenimiento extraordinario son dos categorías de cuidados que se aplican a sistemas e infraestructuras, como las instalaciones fotovoltaicas, pero difieren en su naturaleza y propósito.
Mantenimiento ordinario: se refiere a las tareas de mantenimiento regulares y básicas necesarias para mantener un sistema operativo y seguro en su día a día. Incluye actividades rutinarias como limpiezas, ajustes menores y reemplazos de partes desgastadas que aseguran el funcionamiento continuo y eficiente del equipo.
Mantenimiento extraordinario: este tipo de mantenimiento abarca intervenciones que no se realizan de manera rutinaria y suelen tener un alcance mayor. Puede incluir la reparación de daños significativos, mejoras importantes, o la modernización de equipos y sistemas. El mantenimiento extraordinario es menos frecuente y generalmente se planifica como respuesta a necesidades específicas que van más allá del mantenimiento rutinario, buscando mejorar la capacidad o eficiencia del sistema a largo plazo.
Ambos tipos de mantenimiento son esenciales para la gestión eficaz de cualquier instalación técnica, pero mientras el mantenimiento ordinario se enfoca en la conservación, el extraordinario busca la optimización y mejora continua.
Si quieres profundizar sobre este tema, puedes encontrar información más detallada en nuestro post Mantenimiento de instalaciones solares: tipos y diferencia.
En España, no hay una normativa que establezca específicamente la obligación de contratar un servicio de mantenimiento de los paneles solares. Pero, el REBT, Reglamento electrotécnico para baja tensión (aprobado según el Real Decreto 842/2002 del 2 de agosto de 2002), que es un reglamento de obligado cumplimiento que prescribe las condiciones de montaje, explotación y mantenimiento de instalaciones de baja tensión, establece la obligatoriedad de realizar revisiones periódicas y mantenimiento de las instalaciones ubicadas en determinados establecimientos. Si las placas solares se encuentran en este tipo de establecimientos representan un elemento más a inspeccionar.
La normativa actual por lo tanto no especifica la obligatoriedad del mantenimiento regular de estas instalaciones (siempre que no estén ubicadas en establecimientos con instalaciones de baja tensión), aunque sí establece directrices sobre cómo deberían ser instaladas y operadas para garantizar su seguridad y eficiencia energética.
Además en el CTE, Código Técnico de la Edificación, se establecen ciertos requisitos de eficiencia energética y se fomenta el uso de energías renovables en las nuevas construcciones. Sin embargo, este código no impone específicamente el mantenimiento regular como un requisito legal, pero sí insiste en que las instalaciones deben cumplir con las normativas de seguridad y eficiencia desde su diseño hasta su operación.
El tipo de IVA aplicable al mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas en España es generalmente del 21%. Sin embargo, en casos muy específicos y bajo ciertas condiciones, podría aplicarse un tipo reducido del 10%. Esta reducción en el IVA busca fomentar la adopción de sistemas de energía renovable como parte de la estrategia de España para mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental. Generalmente, este tipo de IVA reducido está destinado a servicios que promueven la eficiencia energética y el uso de energías renovables, incluyendo la solar fotovoltaica.
Para que se aplique el IVA reducido del 10%, el servicio debe cumplir con los siguientes requisitos:
Es importante destacar que las situaciones en las que se aplica el tipo reducido son excepcionales y deben cumplir con requisitos muy específicos, por lo que en la mayoría de los casos, el mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas se grava al tipo general del 21%.
Es importante verificar siempre la normativa vigente, ya que las leyes fiscales pueden cambiar y las interpretaciones pueden variar. Se puede encontrar más información sobre los tipos de IVA y sus aplicaciones en la página oficial de la Agencia Tributaria de España: https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/iva/calculo-iva-repercutido-clientes/tipos-impositivos-iva.html
En general, los trabajos de mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas no requieren ser comunicados a una entidad específica de forma obligatoria, a menos que se especifique en la normativa local o en condiciones particulares del contrato de mantenimiento o seguro. Sin embargo, es una buena práctica mantener registros detallados de cualquier mantenimiento realizado, tanto para fines de garantía como para asegurar el cumplimiento de cualquier requerimiento técnico o de seguridad.
Para instalaciones de gran escala o proyectos que generan electricidad para la venta, puede haber regulaciones más específicas que requieran notificar a las autoridades reguladoras de energía o al operador del sistema eléctrico sobre cualquier mantenimiento significativo o reparaciones que puedan afectar la producción de energía. En algunos casos, especialmente en instalaciones de gran escala o en industrias altamente reguladas, puede ser necesario reportar ciertos tipos de mantenimiento a las autoridades reguladoras locales o nacionales. Esto puede incluir, por ejemplo, trabajos que afecten las condiciones de seguridad o medioambientales.
En España, por ejemplo, si el mantenimiento implica cambios significativos en la instalación que alteran las condiciones originalmente declaradas para su conexión a la red eléctrica, estos cambios deben ser comunicados al gestor de la red. Esto asegura que todas las modificaciones estén en línea con las normas técnicas y de seguridad, y que la instalación continúe operando dentro de los parámetros legales y seguros.
Además, si la instalación está asegurada, la compañía de seguros puede requerir ser informada sobre cualquier mantenimiento significativo que pueda afectar la cobertura del seguro o el riesgo asociado.
Por lo tanto, dependiendo del tipo de instalación y su ubicación, podría ser necesario consultar las normativas locales o hablar con un profesional para entender las obligaciones específicas relacionadas con la comunicación de los trabajos de mantenimiento.
Mantenerse informados y comprender a fondo la manutención de las instalaciones fotovoltaicas, sirve para asegurar su óptimo rendimiento y contribuir significativamente a la sostenibilidad energética.