Sistema fotovoltaico industrial: qué es y cómo funciona

Sabemos que un sistema fotovoltaico produce energía limpia aprovechando una fuente natural e inagotable como el sol. Pero, ¿qué se entiende por sistema fotovoltaico industrial? Podemos distinguir los sistemas fotovoltaicos en dos categorías: de uso doméstico que tienen la capacidad de generar entre 2 y 6 kW y de uso industrial para empresas o sea un sistema con una potencia de salida superior a 100 kWp. El sistema fotovoltaico para empresas prevé un mínimo de 10 kW hasta un máximo de 300 kW.

A su vez el sistema fotovoltaico industrial se divide en dos categorías:

• Sistema fotovoltaico con inyección directa: en este sistema se dispone de un sistema conectado directamente con el sistema eléctrico de la propia empresa, permitiendo el consumo inmediato de la energía.
• Fotovoltaico con almacenamiento: está compuesto por un sistema de baterías externas que tienen la función de almacenar la corriente que podrá ser utilizada para operar la empresa o puede ser inyectada en la red para obtener un retorno económico.

La industria consume grandes cantidades de energía para mantener activos los procesos. La mayor parte de esta energía se genera a partir de fuentes como el gas natural, el petróleo, la electricidad y el carbón, pero gracias a la llegada de las tecnologías verdes, hoy en día son cada vez más las empresas que confían la producción de su propia energía a fuentes renovables y ecológicas como la fotovoltaica.

La razón de este cambio es fácil de explicar: la energía producida por el sol no solo es una forma más limpia de producir energía eléctrica, sino también más sencilla y económica, ya que es capaz de generar energía a diferentes rangos de temperaturas permitiendo la optimización de los más variados procesos productivos (desde el procesamiento de alimentos hasta la producción de sustancias químicas).

Sistema fotovoltaico industrial: la mejor elección para una empresa

Equipar una empresa con un sistema fotovoltaico significa mejorar la eficiencia energética del negocio con soluciones que reducen los costes y aumentan la sostenibilidad ecológica.

Los usos industriales de la energía solar tienen muchos beneficios:

• Económicos: un sistema fotovoltaico reduce drásticamente los costes de energía y aumenta el valor de la propiedad.
• Ambientales: se produce energía limpia y amigable con el medio ambiente y se mejora la reputación de marca de la empresa convirtiéndola en una empresa verde;
• Independencia energética: la empresa es libre de los suministros energéticos cada vez más costosos;
• Inversión a largo plazo: los sistemas fotovoltaicos industriales tienen una vida útil promedio de 25 años, son tecnologías confiables y requieren mantenimiento ordinario. Es una clara inversión ya que el gasto inicial se recuperará en los años posteriores a la vida del sistema.

¿Cómo puede la energía solar mejorar la productividad de una empresa?

La energía solar aumenta la eficiencia de una empresa en cuanto:

• La energía solar puede formar parte de un plan de electrificación: si se combina con apropiados sistemas de almacenamiento de energía, la energía producida por el sol puede reemplazar a la derivada de combustibles fósiles;
• Un sistema de energía solar puede proporcionar datos importantes sobre la optimización de procesos si se combina con un sistema de gestión de la energía solar (Energy Management).
• La energía solar permite a los grandes consumidores de energía recibir un pago a cambio de la disponibilidad para reducir su demanda de energía eléctrica (Demand Response). Esta es una forma válida de incentivo diseñada para fomentar la instalación y el uso de sistemas fotovoltaicos y aliviar la carga sobre la, cada vez más sobrecargada, red eléctrica nacional.

En definitiva, la energía solar no solo mejora la sostenibilidad y reduce los costos energéticos, sino que también eleva la productividad de una empresa al proporcionar independencia energética y optimización de procesos, lo cual resulta en una inversión rentable y responsable con el medio ambiente.